Una banda de narco llamada "Los Paraguayos", que operaba en la Villa 31 Bis, fue desarticulada en una serie de operativos de la Policía de la ciudad de Buenos Aires, Argentina, informó el portal de Clarin.com.
La organización era manejada desde la cárcel por Cosme Báez, quien mantenía una relación con una chica de 11 años, a la cual, según la Policía, utilizó para matar a la madre. "Su líder está condenado a cadena perpetua por convencer a dos adolescentes de 11 y 16 años de que maten a su madre, Serafina López, la cual se oponía a la relación que éste mantenía con la menor de 11", señaló la Policía de la ciudad según Clarin.com.
En total fueron 12 allanamientos llevados a cabo por la División Narcocriminalidad de esa fuerza, en conjunto con la División de Delitos Complejos. "Este peligroso narcotraficante utilizaba además a varios niños del barrio como soldados y sicarios para la venta de droga y el control del asentamiento. Tras ser capturado Báez, la banda de 'Los Paraguayos' se rearticuló, y el lugar del cabecilla lo tomó 'El Gordo Miguel', un hombre de 42 años, que tomó el control de la venta de drogas en el barrio", explicaron desde la Policía.
Mientras tanto, la familia de Báez, con base en Paraguay, funcionaba como proveedora de marihuana. Supuestamente, desde la base paraguaya se enviaban los panes de droga a través de menores de edad, conocidos en la jerga como "mulas", los cuales ingresaban al país en micros de larga distancia.
Siempre según Clarín.com, la cocaína y pasta base llegaban desde Perú a través de un grupo de ciudadanos de ese país, que fueron capturados en un operativo realizado por gendarmería hace algunas semanas. Con el dinero recaudado de la venta, "El Gordo Miguel" construía viviendas que luego alquilaba o entregaba al resto de los integrantes de la banda, quienes a cambio trabajaban en la distribución de los narcóticos.