ANDY MOLINSKY Y MELISSA HAHN

Usted podría pensar que el mayor desafío cultural de una asignación en el extranjero es aclimatarse a la otra cultura. Sin embargo, lo que algunas veces puede ser incluso más desafiante es el ajuste cultural de regresar a casa al terminar.

Podría llamarla “la paradoja del crecimiento personal”: el crecimiento personal es esencial para vivir, trabajar y prosperar en un entorno ajeno, pero este mismo crecimiento puede convertirse en una desventaja significativa al regresar a casa. Podría sorprenderle el sentirse alienado en su propia cultura cuando está actuando “naturalmente” con base en aspectos de la nueva cultura que acaba de aprender. También podría lastimarlo el ver que está en desacuerdo con su familia, amigos y colegas, que no necesariamente aprecian esta nueva versión de usted.

¿Qué puede hacer para sentirse menos como un extraño en su tierra nativa y prepararse para una transición más exitosa?

Lo primero y más importante, anticipe y prepárese para su regreso a casa de una forma similar a la manera en que se preparó para su estancia en el extranjero. Considere cómo su país natal podría parecerle a alguien del país en que se encuentra, y reconozca que, en cierto modo, usted ahora lo verá con esos ojos.

Segundo, empiece a pensar acerca de cómo quiere, de regreso en casa, incorporar en su repertorio los nuevos estilos culturales que ha aprendido y llegado a apreciar. Podría tomar un estilo cultural mixto, cultivando un nuevo estilo que represente un híbrido de ambos, o crear estilos culturales segmentados, desarrollando identidades culturales múltiples y diferentes, separándolas como lo haría con la ropa para diferentes ocasiones.

Tercero, trabaje internamente para encontrar una forma de apreciar, honrar y darle sentido al nuevo “usted”. Usted ha cambiado. Es indispensable asumir y aceptar ese hecho. En lugar de depender de otros para que le brinden el puerto seguro de la validación y la conexión que desea, busque formas en las que pueda crearlo usted mismo. Si aprendió japonés mientras trabajaba en Tokio, únase a un club para personas interesadas en el idioma y la cultura japonesa. Decore su lugar de trabajo con algunos recuerdos de su tiempo en el extranjero y use las redes sociales para conectar con otros que compartan su entusiasmo e intereses.

Necesitará algo de tiempo para descubrir cómo usar su nueva mentalidad cultural. La clave es tratar el proceso de adaptación con el mismo enfoque reflexivo que idealmente asumió al aprender a adaptarse a la nueva cultura de la que acaba de regresar. Nadie ha dicho que la repatriación sea fácil, pero con los consejos que sugerimos estará bien posicionado para cosechar los beneficios de la experiencia.

(Andy Molinsky es profesor de comportamiento organizacional en la Brandeis International Business School. Melissa Hahn es cofundadora y consultora principal en Hahn Cultural Consulting).

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