"El general Stroessner pide que se suspenda", dijo un uni­formado a los muchachos que estaban armando el escenario para Rock San­ber durante la mañana del sábado 16 de enero de 1988. "¿Que se suspenda qué?", se preguntó la organización y el armado se paró casi 12 horas hasta que, cerca de medianoche, un contacto logró aclarar la orden del dictador, que tenía una resi­dencia de verano en la zona: "Que se suspenda la poda de un árbol".

"Antro de perdición", cali­ficó el monseñor Aquino. "Degeneramiento de la juventud paraguaya", pre­dicaba "La voz del colora­dismo" y el diario Patria. Sin embargo, la represión nunca llegó. "Rock Sanber terminó siendo un volcán en erup­ción no solo musical, sino cultural. Emergía una nueva generación que ya quería la democracia", reflexionó ayer Mario Ferreiro, actual intendente de Asunción, en el especial del programa de radio "Paraguay eterno", dedicado a los 30 años que el festival cumplirá el próximo miércoles. También estuvo el cantante y bajista de RH Positivo, Jorge Sosa.

De todas formas, una torren­cial lluvia obligó a compri­mir el programa de dos días al domingo 17 de enero. "El último clavo se habrá cla­vado a las 8:00 de la mañana y se abrieron las puertas a las 9:00", evocó Ferreiro, quien estuvo a cargo de la conducción, comunicación y producción publicitaria. Una semana antes, cuando ya habían llegado los equi­pos de Argentina y Brasil e iba por el cuarto día de mon­taje, el presidente del San Bernardino Country Club se asustó ante la masiva expectativa del evento y negó su predio. Entonces se mudó a cancha del Club Nacional. Allí, más de 20 mil personas (que acampa­ron en las calles) se metie­ron al "Woodstock trucho", como reseñó el diario por­teño Clarín, entre el barro, 40 grados, la Bremen: "El lago estaba crecido, casi cerca del escenario. La gente de la alegría se tiraba culebras".

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"Rock Sanber es el resul­tado de un proceso previo que yo me animo a decir que comenzó en los 60, 70, siem­pre yo quiero reconocer las raíces: Chester Swan, Alci­des Parodi 'Alcy Rock', Los Rebeldes, fueron los ver­daderos, digamos, históri­cos del rock que se anima­ron a un lenguaje diferente en Paraguay desde una casi marginalidad porque la per­secución al rockero no era una persecución tan polí­tica como, sobre todo, de temor a lo distinto, y un poco de desprecio al dife­rente. Por ese lado, opera­ción tijera, corte de pelo, la persecución por parte de los agentes antidrogas, ese era el enfoque hacia el rock", describió Ferreiro.

Shows de Lito Nebbia (1982) y Virus (1986), el Festival de la Década, festivales en Radio Primero de Marzo o en Rowing Club, más el afianzamiento del rock nacional construyeron esa utopía detrás de Rock San­ber. En 1985, Ferreiro y Ángel Aguilera vivieron la experiencia de Rock en Río y quien sería el productor general del festival para­guayo empezó a probar con conciertos de Patricia Sosa, o el de Soda Stereo en 1987.

"El escenario se hizo de madera maciza, como si fuera una construcción para toda la vida". Esto fue obra del arquitecto Osvaldo Cazal. El staff incluyó a Juan Segura (Argentina) como stage manager; Luis Alberto Elgue y Salvador Larramendia en escenogra­fía; Fernando Allen y Dany Adorno en fotografía,

diseño de Mario Moreno; sonido de Roberto Ramos y luces de Marcos Olivio, ambos de Brasil; diseño gráfico de Mario Moreno; composición de Graciela Aquino; Alicia Díaz como secretaria; coordinación de producción de Óscar Elize­che y Gustavo Leite; Bruno Masi en producción publici­taria. En asistencia de pro­ducción estuvieron Rubén Pedrozo, Robero Airaldi, Ángel López y Luis Alberto Yegros; productor asociado era Alcides Riveros y el pro­ductor general fue Ángel Aguilera.

Una multitud esperaba para ingresar al Club Nacional desde temprano.FOTO: GENTILEZA – LUCHO YEGROS.

CHARLY Y MIGUEL

"Él quería traerle a Charly (García). Mucho intentó que Charly venga a Rock Sanber y lastimosamente Charly no aceptó. Después, entre bromas y en serio, le dijo a Ángel que se arrepin­tió de no haber aceptado, porque supo lo que fue la fiesta", contó Ferreiro. En otro pasaje narró un ante­cedente que pudo haber influido para esa negativa: El primer concierto de Charly García en Paraguay, en 1987, fue censurado en Asunción y prohibido para menores de edad "por obs­ceno"; por ello se hizo en el club Colegiales en Lambaré. Coincidentemente, "No me dejan salir" de García fue, en 1982, uno de los primeros hits del rock en español en sonar en radios de Paraguay, que solo emitían música en inglés, y esto abrió paso para que el público empezara a gustar de Enanitos Verdes, Fabulosos Cadillacs, G.I.T., Rata Blanca.

Originalmente, también estaba previsto que actúe Miguel Mateos con su grupo ZAS: "Mateos se va, por­que él dice 'tengo un com­promiso y no puedo espe­rar'. Pero yo sospecho, me parece que se fue por argel. Siempre fue especial, siem­pre fue un poco estrellita", reveló Ferreiro. Mien­tras que los otros artis­tas aguantaron la suspen­sión del sábado e incluso se integraron en un partido de fútbol, esa noche, bajo la lluvia, en una cancha de tenis y con pelota de bás­quet, en la casa paterna de Óscar Elizeche. A las 15:30 del domingo, Onda Corta abrió la fiesta; siguieron: RH Positivo, Hobbies, Fito Páez, Roupa Nova, Parala­mas y Soda Stereo subió a las 2:00 de la madrugada. El Canal 9 transmitió casi 14 horas seguidas.

Juan Marcelo Cuenca recibió en su programa a Mario Ferreiro y a Jorge Sosa.FOTO: GENTILEZA

SEGUNDA EDICIÓN

"No habíamos dimen­sionado que iba a ser tan grande", opinó Ferreiro. "Yo no percibí como algo tan grande, nos fuimos dando cuenta con los años y después nos dimos cuenta también de lo difícil que era hacerlo, a tal punto que no hubo un Rock Sanber 2". A pedido de Aguilera pre­paró un anteproyecto, pre­visto para los días 11 y 12 de febrero de 1989, y se con­tactó con el Lago Azul Coun­try Club.

La primera fecha de la lista tentativa incluía a RH Posi­tivo, Upa de Chile, Los Peri­cos, Rita Lee o Laura Bra­nigan, porque venía a Viña del Mar. La segunda jornada sería con Los Hobbies, Los Estómagos de Uruguay, RPM de Brasil, y Air Sup­ply. No obstante, Aguilera trajo a Air Supply y Rita Lee; y, tras el golpe, organizó un gran evento con Mercedes Sosa, Roberto Carlos, León Gieco y Raimundo Fagner en el Defensores del Chaco. Luego compró Radio Venus. "Todos los 90 no paró de producir", destacó Ferreiro, aludiendo que Rock Sanber también preparó el camino para megaconciertos en Paraguay.

El próximo miércoles, RH Positivo conmemorará este aniversario con un con­cierto en Kilkenny (Paseo Carmelitas), desde las 21:00.

Los artistas compartieron un asado y también fútbol bajo la lluvia.FOTO: GENTILEZA – ÓSCAR ELIZECHE.

EL ERIC CLAPTON PARAGUAYO

Roberto Thompson (1953-2012).

"Fue un acto de justicia elemen­tal que estuviera ese día. Real­mente era el único fundador del rock nacional que estaba ese día. Ahí tenían que estar Ches­ter Swan, Alcy Rock, Toti Morel, Saúl Gaona. No se pudo dar. Por suerte estuvo el guitarrista más representativo probable­mente de la historia del rock nacional", señaló Mario Ferreiro sobre Roberto Thompson, quien subió al escenario con RH Positivo y era considerado el Eric Clapton paraguayo.

Jorge Sosa relató que el propio Thompson quiso tocar con el grupo, luego de ver un concierto en un pub en 1987. La banda empezó como Apple Rock, en 1986, en homenaje a los Beatles. Ya con el talentoso guita­rrista estuvieron en Evolución 2000. Un tenso concierto, junto a Chester Swan, en el local del Partido Febrerista, con la ame­naza de la policía enfrente y que incluso figura en un informe de un pyragué en el Archivo del Terror. Fue grabado en un casete y le dieron a Ferreiro para que Ángel Aguilera les escuche y les tenga en cuenta para Rock San­ber. Así se cincelaron dentro de esa historia.­

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