Entre las buenas noticias del primer mes del año, se conoció la información de que la industrialización de granos ha tenido un incremento del 116% sobre las cifras de enero del año pasado y que lo realizado es superior en 63% al promedio procesado de enero de los últimos cinco años. Estamos, en consecuencia, frente a un muy buen desempeño de la molienda de soja, principalmente, en un proceso fabril que esperemos vaya en aumento para que pasemos de mero productor de materia prima a una etapa industrial floreciente.
La Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) comunicó que el 2018 arrancó con números favorables para la agroindustria. Esto, porque gracias a las 216.065 toneladas de oleaginosas procesadas durante enero se está sobrepasando largamente no solo los volúmenes del año anterior sino de un quinquenio atrás. Lo que quiere decir que no se trata de un hecho fortuito, ocurrido este año nomás, sino que es una tendencia que se está consolidando a través de un lustro.
El gremio industrial dio a conocer los números del primer mes del año destacando también que el principal producto procesado es la semilla de soja, lo que ayudó a que la obtención de subproductos a partir de la molienda de la oleaginosa registrara un alza del 121% sobre el año anterior.
La noticia viene a conocerse en medio de las informaciones de que la cosecha de la soja tempranera ha tenido numerosas dificultades por las lluvias y otros elementos que impidieron que las exportaciones tuvieran un buen repunte. Pero a pesar de los problemas, el rendimiento ha tenido una fuerte mejora, según reportes de la Unión de Gremios de la Producción (UGP). Los empresarios señalaron que actualmente la colecta de la oleaginosa está en su pico máximo y los niveles de productividad son buenos a pesar del exceso hídrico que se tuvo en el primer tramo del año, por lo que hubo mermas en Caaguazú, Alto Paraná e Itapúa. Pero esta situación se está revirtiendo y se están obteniendo rendimientos aceptables.
A pesar de estas dificultades que son habituales en la vida del campo, las estadísticas indican que con el inicio del 2018 se abren nuevas oportunidades para la industria de molienda de oleaginosas, que es un sector que debe potenciarse para aprovechar mejor nuestra producción agrícola a fin de dar un paso más adelante y entrar a la etapa fabril.
No es casual lo que ha dicho el gremio de procesadoras de granos cuando destacó que el principal objetivo de este año es conseguir crecer tanto en volumen como en porcentaje de procesamiento industrial de la cosecha total. Y resalta que considera que "este podría ser un año clave para cambiar la tendencia y apuntar realmente a la consolidación del procesamiento de nuestras materias primas en el país".
La expresión de deseos de la Cappro es muy atendible, pues expresa el propósito de cualquier comunidad productora de alimentos de transitar de ser simple exportador de materias primas al de industrializador de las mismas. Esto permitirá vender el producto al exterior con valor agregado dando empleo a la mano de obra del país y propiciando un mayor ingreso de divisas.
Sería una gran ingenuidad creer que porque en enero se tuvo un buen desempeño en la molienda de los granos que producimos automáticamente aumentará la industrialización el resto del año. Pero permite observar que se tiene la visión de convertir a Paraguay en un referente internacional en la producción de alimentos con gran valor agregado. Nuestro país tiene todas las condiciones para ello: es un gran productor de la materia prima y cuenta actualmente con una estructura agroindustrial nada despreciable que permite abrigar esa ilusión para comenzar la transformación.
El hecho sirve también para fortalecernos en la convicción de que nuestro país debe aumentar fuertemente el procesamiento de la materia prima que produce, que se generen las condiciones para ello con medidas de estímulos y se atraiga incluso más capital del exterior para ir consolidando al sector. Ese es el paso decisivo que definitivamente debe dar el país para consolidar su desarrollo como productor de alimentos, como ha ocurrido con otras naciones que ingresaron con éxito al proceso industrial y hoy están entre las primeras del mundo.