La noticia de que en el marco del Noveno Foro Urbano Mundial, ONU-Hábitat incluyó a Paraguay en el desarrollo de políticas de vivienda, nos debe alegrar como ciudadanos de este país, donde la problemática de la vivienda es aún una tarea con muchos pendientes. En esa gran reunión que decide adónde irán los fondos para trabajar en las acciones concretas, destinadas a laborar planes y proyectos sustentables, Paraguay fue seleccionado, junto a cuatro países en el mundo que recibirán cooperación internacional especial, con miras a fortalecer políticas, estrategias y proyectos habitacionales.
Este programa especial incluirá a Paraguay, Angola, Bulgaria y Malasia por los próximos tres años (2018-2020). La iniciativa busca recoger las prioridades de cada país para el desarrollo del sector, establecer una comunidad de buenas prácticas entre los países y comisiones regionales, así como delimitar acciones concretas para los próximos años.
Soledad Núñez, ministra de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat), estuvo presente en dicha reunión, mostrando a los especialistas del mundo los pasos logrados hacia una sociedad más inclusiva que proteja a las familias más vulnerables de forma integral, especialmente a través del acceso a la vivienda.
En la ocasión, la joven miembro del gabinete de Gobierno afirmó que la cooperación internacional ha sido clave para el Paraguay en estos años, permitiendo fortalecer las políticas públicas de vivienda y hábitat con esfuerzos contundentes para trascender administraciones de gobierno, y colaborando a que podamos construir una política de Estado que entregue cada vez mayores y mejores resultados para la gente. Sobre ese punto, es bueno recordar que el Gobierno Nacional, a través de Senavitat bajo la gestión de Núñez, ha logrado cerrar importantes cooperaciones internacionales por un valor de US$ 4.985.000 en favor de la política habitacional local.
Dichas cooperaciones han llegado desde los gobiernos de Chile, Alemania, Corea y organizaciones internacionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), ONU-Hábitat, Cities Alliance, Lincoln Institute of Land Policy, Land and Housing Corporation y Koika.
La seriedad demostrada en el manejo de fondos y recursos ha sido clave para lograr ese objetivo y este nivel de consideración desde tan importantes instituciones internacionales. Podemos decir sin temor a equivocarnos que desde la Senavitat se ha mostrado, además, el conocimiento de la realidad de las familias que por décadas padecieron de la situación de vulnerabilidad, viviendo en zonas inundables, con baja salubridad y acceso a servicios públicos, soportando los embates de la naturaleza y de la fragilidad económica. Eso, como decíamos recién, son elementos importantes para que las diferentes instituciones y Estados cooperantes mantengan y aumenten el interés en seguir apoyando al país en el objetivo de vencer los obstáculos y dotar a cada vez más familias de viviendas y proyectos de vida dignos.
En otro aspecto de la problemática de la vivienda en nuestro país, está la necesidad de acceder a la misma, para quienes son trabajadores que perciben un salario que no les permite acceder a créditos bancarios o hipotecas cuyas cuotas superan ampliamente sus posibilidades. En ese sentido, ha surgido de la misma institución estatal, la Senavitat, una especial convocatoria que estará vigente hasta el próximo 22 de febrero y tiene el nombre de "Empleogar". El plan está destinado a trabajadores formales que tengan desde cinco años de antigüedad en sus trabajos. El plan consiste en que dichas personas recibirán un subsidio estatal de hasta el 70% en la construcción de sus viviendas.
Las construcciones se podrán realizar en dos modalidades: en conjuntos habitacionales de la propia Senavitat o en lote propio de los postulantes. Lo interesante de esta propuesta, muy especialmente para familias trabajadoras que ven que una gran parte de sus ingresos está destinada a pagar alquileres, es que no son demasiados los requisitos y que las cuotas serán adecuadas a los ingresos que se estipulan desde 1 a 3,4 de unidad de salarios mínimos (USM) percibidos como ingresos familiares, lo que acerca a muchas más familias al sueño de la casa propia.
Y eso afecta a varios trabajadores de diferentes empresas, que se integran al proyecto, apoyando el plan que favorece a sus trabajadores. Esta posibilidad está al alcance de los interesados hasta el próximo 22 de febrero en las oficinas de Senavitat o a través de sus redes sociales. Otro proyecto más en beneficio de las familias del Paraguay que deben seguir recibiendo apoyo real y soluciones eficientes e integrales para cumplir con el objetivo de salir de la pobreza y de ganar su propia voz, convirtiéndose en ejemplo de inclusión y crecimiento para la región.