• Martín Villagra
  • Periodista

Cerro Porteño huele cada vez más a campeón cuando falta menos para el final del torneo Clausura. Le quedan tres fechas en la que tendrá que sostener una diferencia, que hasta hoy es inalterable, incluso puede ampliarse al cerrarse este domingo. El Azulgrana es más sólido y contundente en su fútbol, además aprendió a no perdonar como anoche ante Rubio Ñu, que pagó muy caro sus errores.

El Ciclón tuvo muchos puntos altos en materia de rendimiento, partiendo desde el arco, con un Antony Silva exuberante. El velocista Óscar Ruiz anda enchufado y ahora le agregó goles. Rodrigo Rojas recuperó su capacidad de líder y volvió a ser aquel hombre determinante, que copó el medio, junto a un Juan Aguilar ordenado, con un juego sencillo, firme en la marca. Alfio Oviedo apareció poco, pero aun así anda aportando su tarifa de goles.

Sin embargo, el inicio no fue fácil para los cerristas. Iván González y Claudio Correa tuvieron dos mano a mano, pero espectacularmente achicó el golero Antony para salvar a Cerro Porteño. Rubio Ñu se había parado bien y de contragolpe tuvo para ponerse adelante, pero perdonó. El que no perdonó fue Óscar Ruiz, quien adelantó al Azulgrana tras definir luego un pase largo de Juan Aguilar, cuya habilitación superó a una defensa albiverde, que se había mostrado sólida, sin fisuras, hasta ese momento.

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En el complemento, Rubio Ñu salió decidido, pero dejó espacios y eso aprovechó Cerro al máximo. Ingresó Jorge Rojas y era un festival de contragolpes, hasta que este amplió tras desbordar por la derecha y rematar cruzado. Una guapeada y gran pase de Rodrigo Rojas ubicó en el partido a Alfio Oviedo, quien con un sombrerito puso el tercero. No había más. Contundencia del puntero, cuya hinchada esta vez asistió en menor número, pero igual hizo fiesta en el Defensores.

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