• POR STANLEY REED

El 21 de diciembre pasado, Royal Dutch Shell anunció que había accedido a comprar un proveedor de energía eléctrica y gas natural con sede en el Reino Unido. En una serie de inversiones que están realizando las petroleras europeas en negocios de energías no relacionadas con el petróleo ni el gas, esta es una de las más osadas.

La adquisición de First Utility, empresa que cuenta con cerca de 825.000 clientes residenciales, fue un indicador de que Ben van Beurden, el director ejecutivo de Shell, no está perdiendo el tiempo para actuar según un compromiso que realizó el mes pasado. Van Beurden señaló que buscaba aumentar a 2.000 millones de dólares al año las inversiones en negocios de energías nuevas: un esfuerzo para reducir las emisiones de carbono de la empresa.

El precio de compra no se divulgó públicamente.

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Shell, la petrolera más grande de Europa, y otras firmas están respondiendo a la presión de los inversionistas y la gente por dejar de usar los combustibles fósiles, como el petróleo y el gas, que los científicos han relacionado con el cambio climático. Las empresas también se están esforzando para mantenerse relevantes en caso de que la demanda por el petróleo, la cual está creciendo de forma sólida en la actualidad, disminuya durante las próximas décadas.

Se han realizado varias de las inversiones –como el compromiso reciente de BP para invertir 200 millones de dólares en Lightsource, un desarrollador de energía solar– con el objetivo de establecer o fortalecer el lugar que ocupan las empresas dentro de los generadores de energía limpia, como la eólica y la solar.

Shell está llevando un paso más allá la tendencia volviéndose un distribuidor de energía limpia al comprar algo que es básicamente un servicio. First Utility pertenece a un grupo de proveedores de energía en el Reino Unido que se aprovecha de las desregulaciones para competir por ser proveedores de energía con gigantes energéticos establecidos, como Centrica y EDF de Francia.

First Utility es una empresa privada que no posee cables ni plantas de electricidad, sino que obtiene su electricidad y gas natural por medio de Shell.

Mark Gainsborough, el vicepresidente ejecutivo de nuevas energías de Shell, afirmó en una entrevista que First Utility se adecua a la estrategia de crecimiento en varias partes del negocio de la energía eléctrica, un sector energético que ha visto grandes cambios en años recientes. El Reino Unido y Alemania, por ejemplo, han alcanzado una gran capacidad de producción de electricidad mediante fuentes de energía limpia, como la eólica y la solar.

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