• POR CHAD BRAY Y MATTHEW GOLDSTEIN

El sector de la construcción de casas habitación en Estados Unidos ha enfrentado una serie de desafíos, entre ellos desastres naturales, una escasez de mucho tiempo en mano de obra y costos regulatorios cada vez más altos. Actualmente, dos de las constructoras residenciales más grandes de la nación se están fusionando con la esperanza de que su peso combinado les ayude a contrarrestar esas fuerzas.

El 30 de octubre, Lennar Corporation señaló que se fusionaría con CalAtlantic Group para formar la constructora más grande de Estados Unidos, una transacción en acciones y efectivo con un valor de 5.700 millones de dólares. El acuerdo crearía un gigante con cerca de 240.000 terrenos edificables en 21 estados, un valor de mercado de casi 18.000 millones de dólares y un ingreso combinado de 17.000 millones de dólares en los últimos 12 meses.

Lennar y CalAtlantic anticipan que recabarán 250 millones de dólares en ahorros en costos y pagarán obligaciones. Sin embargo, el acuerdo no alterará un problema fundamental: la construcción de nuevos hogares en Estados Unidos tiene un rezago por debajo de los promedios históricos.

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Una década después de que el gran colapso de las viviendas golpeó a muchas constructoras pequeñas, las firmas más grandes de la industria siguen luchando en contra de gastos regulatorios más altos, los cuales vuelven demasiado costosa la construcción de las casas –en especial de las primeras casas familiares–, según lo que mencionaron algunos expertos en el financiamiento de viviendas. La situación confunde a algunas personas, ya que hay una necesidad apremiante de ofrecer viviendas asequibles para las familias jóvenes.

Laurie Goodman, una directora de políticas de financiamiento para viviendas del Urban Institute, comentó que el país sufría de una "enorme escasez de oferta" de nuevas casas habitación.

"El problema estructural subyacente es que no estamos construyendo suficientes casas y es muy costoso hacerlas", afirmó Goodman. "Todos coincidimos en que debería haber más espacios accesibles para las personas discapacitadas y en que las nuevas casas deberían ser a prueba de huracanes, pero todo eso tiene un costo asociado".

En la actualidad, la industria de la construcción de casas habitación está enfrentando un nuevo costo: el impacto de los desastres naturales, entre ellos, los huracanes Harvey e Irma al sur del país y los devastadores incendios forestales del norte de California.

El mes pasado, la construcción de nuevas edificaciones en el sur de Estados Unidos cayó 9,3 por ciento, principalmente a causa de los huracanes. Además, en septiembre, la construcción de casas nuevas en todo el país se redujo 4,7 por ciento, a 1.127 millones de unidades, un nivel bajo en relación con el resto del año.

A fin de cuentas, el daño que provocaron los huracanes y los incendios en California podría causar una explosión de construcciones en un puñado de estados. No obstante, podría ser un desafío encontrar trabajadores disponibles para construir esas casas.

Seis de cada diez constructoras de casas tuvieron problemas para atraer a los trabajadores adecuados durante el tercer trimestre del año, según una encuesta publicada el mes pasado. Otro 30 por ciento afirmó que había tenido una dificultad moderada para encontrar ese tipo de trabajadores.

Con la fusión, Lennar y CalAtlantic esperan que su tamaño las ayude a lograr "eficiencia de compra" y a obtener "acceso a los terrenos, la mano de obra y la asignación de fondos para gastos generales", mencionó en un comunicado de prensa Stuart Miller, el director ejecutivo de Lennar.

"La empresa combinada tendrá una hoja de balance sólida y generará un flujo importante de efectivo disponible para pagar las deudas y recomprar las acciones", aseguró Miller.

Ralph McLaughlin, el principal economista de Trulia, una inmobiliaria residencial en línea que cotiza en la bolsa, señaló que esperaba que las empresas fusionadas finalmente utilizaran su peso para aumentar la producción de nuevas casas.

"En cuanto el valor nominal, estaba muy emocionado de haber escuchado sobre esta fusión, porque el inventario está rondando los niveles más bajos de la historia, y esto lastima mucho a los compradores y arrendatarios de casas", aseguró McLaughlin. Sin embargo, mencionó que después se decepcionó al saber que por el momento la intención "no era aumentar la producción, sino obtener ahorros de costos para pagar las deudas".

Según los términos del acuerdo, los accionistas de CalAtlantic recibirían 0,885 acciones de Lennar por cada una de las de CalAtlantic. Esto equivaldría a 51,34 dólares por acción, una prima de 27 por ciento sobre el precio de cierre que obtuvieron las de CalAtlantic el viernes. La transacción valora a CalAtlantic en 9.300 millones de dólares, incluida la deuda.

Los accionistas de CalAtlantic también tienen la opción de tomar todas las acciones o una porción de estas en efectivo a 48,26 dólares por acción. Los pagos en efectivo estarían limitados a un total de 1.200 millones de dólares, señaló Lennar.

Una vez que se cierre la transacción, los accionistas de CalAtlantic esperan tener cerca de 26 por ciento de la empresa combinada. Se espera que se cierre el acuerdo en el primer trimestre del 2018, pues aún está pendiente la aprobación de los accionistas.

Miller y su fideicomiso familiar, el cual controla 41,4 por ciento de la entidad con derecho a voto en Lennar, y MP CA Homes, una filial de MatlinPatterson Global Opportunities Partners que controla 25,4 por ciento de la entidad con derecho a voto en CalAtlantic, han accedido a apoyar el acuerdo, afirmaron las empresas.

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