Matthew Goldstein y Alexandra Stevenson

Pocos pueden presumir de un currículum como el de James B. Comey: fue el principal fiscal federal, fue abogado en jefe del mayor contratista de defensa del mundo y del mayor fondo de cobertura del mundo y, recientemente, director del FBI (Federal Bureau of Investigation).

Solo hay un problema: fue despedido por el presidente Trump, quien lo calificó de "fanfarrón" y "pomposo".

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

De ahí, ¿cuál sería el futuro de Comey?

El siguiente acto para un ex funcionario de tan alto rango del gobierno estadounidense sería típicamente una gran firma financiera, una corporación o un bufete de abogados. Y esos trabajos, así como la docencia, siguen siendo fuertes posibilidades para Comey. Sin embargo, su despido y el furor de su influencia en las elecciones presidenciales del año pasado podrían hacer que algunos potenciales empleadores lo piensen dos veces.

Lo mismo no es cierto para los agentes literarios o publicistas que tratan de conseguir clientes en el mundillo del chisme, cuanto más polémico mejor. Y Comey trae consigo mucha controversia.

"No sé cuál será su próximo trabajo, pero puedo decir que, si Comey quiere escribir sobre los hechos, eso será un gran libro", dijo Robert Gottlieb, presidente de Trident Media Group, una editorial.

Si Comey escribe un libro, no será el primer director del FBI en haberlo hecho. Louis J. Freeh, quien dirigió el FBI durante casi ocho años, escribió una memoria, "Mi FBI: Destruir la mafia, investigar a Bill Clinton y luchar contra la guerra contra el terror".

Matt Latimer, fundador de la editorial y empresas de comunicaciones Javelin, ya ha contactado con Comey. Latimer señaló que no tuvo retorno todavía, pero que su propuesta al ex director del FBI incluyó la descripción de las muchas oportunidades disponibles para él como orador o personalidad de la televisión o un experto y como escritor.

Una cuestión complicada para Comey podría ser cuánto puede discutir acerca de la investigación del FBI sobre el servidor de correo electrónico privado mantenido por Hillary Clinton (cuando era Secretaría de Estado), así como su decisión de enviar una carta al Congreso sobre esa investigación días antes de las elecciones.

Puede estar aún más limitado discutiendo la investigación sobre posibles lazos entre la campaña de Trump y el hackeo ruso de correos electrónicos de la campaña demócrata.

Los ex empleados del FBI deben someter sus libros a revisión por parte de la agencia antes de ser publicados, ya que se debe filtrar la información clasificada.

"Fue sencillo", dijo Ali H. Soufan, ex agente del FBI que ha escrito dos libros, uno que fue publicado en el 2011 y otro el mes pasado. "No fue complicado. En el nivel de director, normalmente no tienes ningún problema", añadió.

Hasta ahora, Comey no respondió a una solicitud de comentario.

No todos los empleadores potenciales tendrían escrúpulos en contratar a Comey. De hecho, ser despedido por Trump es una insignia de honor en algunos sectores. Y mientras que Comey podría no ser un candidato para ejercer presión sobre la actual administración, su experiencia con el crimen financiero y la ciberseguridad atraería a la mayoría de las firmas y corporaciones de Wall Street, dijeron ejecutivos de reclutamiento de personal.

Richard Stein, socio del Options Group, que recluta para la industria de servicios financieros, dijo que Comey sería un candidato atractivo para una firma de Wall Street.

"Puede ser muy complicado de manejar en este momento, pero cuando el polvo se asiente, su tarjeta de baile será muy solicitada", sostuvo Stein.

Sin embargo, es improbable que regrese a un fondo de cobertura. Para alguien que ha trabajado para el fondo de cobertura más grande, Bridgewater Associates, cualquier otra cosa podría parecer un paso hacia abajo.

"Él es de tan alto perfil que un trabajo normal está muy por debajo de él", comentó Jason Wachtel, socio gerente de JW Michaels & Company, una empresa de contratación que se especializa en la colocación de abogados en fondos de cobertura y empresas de capital privado. "La mayoría de los fondos de cobertura no van a ser lo suficientemente grandes para él", apuntó.

Y la temporada de Comey en Bridgewater, desde el 2010 hasta finales del 2012, pudo haberlo echado a perder para los fondos de cobertura.

La cultura en Bridgewater, dirigida por un inversionista multimillonario, Ray Dalio, es inusual en el sentido de que todas las reuniones son grabadas en video y se alienta a los empleados a cuestionar abiertamente –a veces incluso recriminarse– unos a otros. Comey tenía a menudo la tarea de investigar disputas internas, algunas de las cuales se sobrecalentaron.

Comey raramente ha discutido en público su estadía en Bridgewater, estadía esta que Dalio explicó sigue el principio de "transparencia radical" en las relaciones con los empleados. Pero en su audiencia de confirmación en el 2013, Comey manifestó que tomaría los valores de Bridgewater "y trataría de difundirlos lo más que pudiera".

Pero, pareció que Comey encontró difícil esa cultura. En un video que fue removido hace varios meses del sitio web de Bridgewater, se le pregunta sobre su experiencia en la firma. Él relata cómo se sintió sorprendido al principio al ser interrogado agresivamente por un empleado menor.

Sin embargo, Comey, que fue traído en parte para supervisar las investigaciones internas de los empleados, se separó en buenos términos de Dalio. El miércoles, el mismo Dalio dijo que Comey era "un hombre de integridad y un héroe" y una persona con "altos principios que operan en un entorno de bajos principios".

Una gran firma de abogados es otra posibilidad.

Eric H. Holder Jr., quien era fiscal general bajo el presidente Barack Obama, regresó a sus antiguos terrenos en Covington & Burling. Pero Comey, que fue socio en McGuireWoods en Richmond, Virginia, durante un corto período, no tiene una relación tan larga.

La mayoría de los bufetes de abogados considerarían a Comey como una gran contratación, aseguró Allan Ripp, consultor de relaciones públicas para firmas de abogados.

"Desde una perspectiva puramente de marca, sería un gran empleado, incluso si lo llevas como abogado y no como socio", dijo Ripp. "Existen prácticas de aplicación que salivarán ante la oportunidad".

A corto plazo, la docencia también es una opción. Comey ocupó brevemente un puesto de investigación senior en la Facultad de Derecho de Columbia, tras salir de Bridgewater en enero del 2013.

Daniel C. Richman, un profesor de derecho de Columbia y amigo de Comey, que ayudó a cortejarlo y llevarlo a Columbia en el 2013, dijo que el ex director del FBI "sería bien recibido y él lo sabe".

De hecho, Richman, quien habló con Comey varias veces desde que fuera despedido, dijo que era demasiado pronto para decir lo que Comey elegiría hacer a continuación.

Puede que no tenga prisa. Los activos totales de Comey oscilan entre US$ 5 millones y US$ 14 millones, de acuerdo con su formulario de declaración de impuestos más reciente.

Adam Goldman y Andrew W. Lehren contribuyeron en el reportage.

Dejanos tu comentario