• Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
  • MBA

El que salga airoso en las elecciones de abril de 2018 tendrá muchos desafíos y compromisos que cumplir para que la ciudadanía pueda seguir acompañándolo, pues bien sabemos que en materia de obras de infraestructura a nivel país, salud pública, educación, entre los principales a pesar de los esfuerzos realizados, seguimos desfasados aún por varios años debido a la escasa actitud, aptitud y desidia de administraciones anteriores que poco o nada hicieron en favor de la ciudadanía que debe ser el objetivo y meta de cualquier administración.

Haciendo una rápida comparación entre la administración actual y las anteriores en lo que a obras de infraestructura concierne, encontramos diferencias resaltantes, pues históricamente casi siempre han antepuesto el interés personal y político vs. el bien común de nuestra gente y bien sabemos que gracias a su voto muchos han logrado acceder a cargos electivos dentro del gobierno pero al final su aporte ha sido negativo, pues prometen "el oro y el moro" en periodo preelectoral y luego "si te he visto, no me acuerdo".

La administración de turno no es solo para colorados, liberales, del Frente Guasu, etc., etc., sino para los casi 7 millones de habitantes que tiene nuestro país sin excepción alguna.

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Enfrentamos un problema de carácter estructural, con un desfase de décadas, lo cual hace que todo lo que se pueda hacer en materia de obras de infraestructura parecería insuficiente. Y es verdad.

En estos 4 años y un poco más de gobierno, se han emprendido varias obras importantes que habían sido injustamente postergadas durante mucho tiempo.

Estaría por demás volver a enumerar las principales obras de infraestructura realizadas dentro del Gran Asunción, como también en ciudades y pueblos del interior de nuestro país principalmente en lo que atañe a obras viales, que han estado totalmente abandonadas a su suerte por años.

Un claro ejemplo de ello es la cantidad de puentes de hormigón que han reemplazado a vetustos puentes de madera, y otros que están en pleno proceso de ejecución. Y todo esto no es algo que data de 10, 20 o 30 años atrás sino mucho más.

La Avda. Costanera que en poco tiempo más estaría uniendo el norte con el sur de nuestra capital, es una de las más emblemáticas, teniendo en cuenta la falta de calles alternativas para fluidificar el caótico tráfico que se observa desde hace algunos años.

Antes teníamos "horas pico" a ciertas horas del día. Ahora lo son las casi 24 horas!

Tampoco se puede ignorar el papel estratégico de las viviendas del barrio San Francisco que estarán albergando a unas 1.000 familias que por más de 50 años han estado año a año al acecho de las riadas, y a mediano plazo unas 5.000 viviendas más para idéntico propósito dentro del perímetro del Bañado Sur.

También el estratégico papel que le cupo a la Senavitat habiendo entregado ya a la fecha más de 20.000 viviendas sociales a gente de escasos recursos económicos previéndose llegar a la vivienda 30.000 para agosto del 2018.

La construcción de nuevos hospitales y centros regionales de salud en pleno proceso que estarían casi duplicando para el próximo año la cantidad de camas disponibles para internaciones descomprimiendo al menos en parte al Hospital Central de IPS de Asunción también es un legado importante pues es bien sabido que en materia de salud pública seguimos mal lamentablemente y nuestra gente se merece respeto.

Ello hizo que el Estado se viera obligado a recurrir a endeudamiento externo a través de organismos multilaterales y/o emisiones de bonos soberanos, pues no queda otra opción si es que pretendemos seguir avanzando, aunque a mucha gente quizás con razón o sin razón le incomoda, con lo cual parecería que en pleno siglo XXI prefieren seguir viviendo en el atraso total, restándonos la competitividad como país de economía emergente dentro de la región, pero que bien podría revertirse positivamente el día en que la calidad del gasto público dentro del PGN (principalmente los rígidos) observen la reingeniería que todos esperamos, pues seguir con una superpoblación de aproximadamente 250.000 funcionarios públicos "es una bofetada a la razón".

El próximo gobierno, esperemos pueda seguir con todas estas obras de infraestructura, dado que queda aún mucho por hacer, siendo altamente recomendable poner un focus especial en nuestra salud pública y calidad educativa a nivel país, pues de poco o nada valdrá que tengamos la infraestructura necesaria, si en contrapartida no lo sabemos utilizar con inteligencia, talento y buena formación académica y, sobre todo, gozando de buena salud.

Esperemos que el próximo gobernante "tenga la película" bien clarita, pues no hace falta ser un genio para darse cuenta en lo que estamos bien, regular y mal. Así de simple.

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